Lo son aquéllas en las que:
- Se utiliza el cuerpo de la mujer como mero reclamo con una clara connotación sexual y sin que exista una relación directa con el producto o servicio publicitado.
- Se ofrece una imagen despectiva, vejatoria o denigratoria de las mujeres.
- Se asocia a la mujer en exclusiva con determinadas actividades, productos, etc. pretendidamente “femeninos”, aunque puedan ser realizadas, consumidos o utilizados por ambos sexos (discriminación directa).
- Se excluye a la mujer en relación a determinadas actividades, productos, etc. pretendidamente “masculinos”, aunque pueden ser realizadas, consumidos o utilizados por ambos sexos (discriminación indirecta).
- Se presenta a las mujeres en situación de inferioridad y dependencia, considerando además esa situación como algo natural.
- Se busca ejercer una presión sobre las mujeres para que se sometan a determinados estándares físicos.
- Cuando se utiliza un lenguaje sexista y discriminatorio.